Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará. De modo que no te preocupes por la gente de tu pasado , hay una razón por la que no estarán en tu futuro.


miércoles, 24 de junio de 2015

Mil maneras, Mil historias, Mil lamentos

Ya lo decía un grande Paco Heredia... El dejo su alegría de vivir muy joven pero su legado musical es tan delicado como seguramente lo era el, y no lo conozco pero no hace falta, porque solo oírle lo sé.

Siempre he dicho que la realidad supera en crueldad a cualquier ficción. La realidad no necesita del tecnicolor pastel ni de los claroscuros del blanco y negro. Se impone con la dureza de sus colores desteñidos y apagados. A veces se muestra absurda, sin lógica. Pero es que la realidad no piensa, no razona. Es un animal primario que simplemente satisface sus instintos.

Es difícil ahora escribir estas líneas. Siempre que veo “West Side Story”, incluso en las escenas más alegres y coloristas de la película, no puedo dejar de sentir una infinita tristeza al conocer a priori la tragedia final. Todo se trastoca y adquiere una dimensión extraña y fatalista. Lo mismo me ha ocurrido al poner el disco de debut de Ray Heredia y volver a escuchar esa enorme canción que lo inaugura, “Alegría de vivir”. “Yo la busco y no la encuentro / alegría de vivir”. 

Ray Heredia no puede hablarnos más de su música. Lástima que no haya futuro para él. 
El cordón que llevaba anudado al cuello no le sirvió para mantener su promesa de dejar la droga. Fue víctima de su propia fragilidad. Caballo desbocado no respeta jinete. Pero, al menos tuvo tiempo de grabar un disco. Y yo entre otros muchos, de poder disfrutarlo.
Gracias, Ray Heredia - Si escuchando esta canción os ocurre lo mismo que me ocurre a mi, entonces ya entendéis por que me dedico a este arte.