Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará. De modo que no te preocupes por la gente de tu pasado , hay una razón por la que no estarán en tu futuro.


miércoles, 15 de agosto de 2012

La muerte en vida

La muerte en vida, que terrible frase, así describo yo lo que ha ocurrido con mi tío, ha muerto en vida, si, y lo describo así porque cuando a alguien le arrebatan la vida de esta manera tan trágica, muere viviendo.

La verdad es que no tengo mucho más que decir ante lo ocurrido este pasado viernes. Se describe por si sólo en alguna crónica de sucesos, yo os dejo una donde se explican los pormenores de este " presunto " asesinato.


El caso del atropello mortal mantiene en vilo a Cedeira

El supuesto atropello intencionado del cedeirés Juan José García a manos de uno de sus vecinos, Maximino Caruncho Pérez, ha marcado la celebración de las fiestas patronales de Cedeira. En la villa marinera apenas se habla de otra cosa que no sea el atropello que acabó con la vida del antiguo interventor de banca de 76 años el pasado viernes. Juan José García fue arrollado por el Suzuki blanco que conducía Maximino Caruncho, de 67 años y propietario de la empresa constructora que lleva su nombre.

El asunto no deja de discutirse por varios motivos. El principal es que ambos pertenecen a familias bien asentadas en la villa marinera, en la que ambos eran muy conocidos.

A mantener el tema en boca también ayudan las circunstancias que rodean al suceso, ocurrido a plena luz del día y al final de la zona de bares del caso urbano, en la carretera que discurre hasta el puerto y la lonja. Allí, el peatón recibió un fuerte golpe al ser alcanzado por la espalda. Su cuerpo destrozó el parabrisas del Suzuki y salió rebotado hasta chocar con su propio coche, un BMW negro que también sufrió desperfectos, y al que se dirigía caminando.

El otro factor que explica el interés es la relación que ambos mantenían. Según fuentes próximas a la familia de García, existía una «enemistad manifiesta» entre ambos. Un extremo que el abogado de Caruncho rebaja a una «relación inexistente, ni buena ni mala».
El inicio del conflicto

Los motivos de esa «enemistad manifiesta» o «relación inexistente» datan del 2009, cuando García denunció a Caruncho por una obra colindante a su vivienda. El pleito resultó favorable al denunciante, y el juez determinó que debía ser indemnizado por el constructor. Caruncho rechazó pagar esa compensación y tras ese primer litigio llegaron otros, hasta seis pleitos civiles en los últimos años. Las ramas del conflicto llegan al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Ferrol, al Juzgado de Ortigueira e incluso hay reclamaciones administrativas en Cedeira, según fuentes conocedoras del asunto.

Las mismas fuentes señalan que a finales del mes pasado Maximino Caruncho recibió «notificaciones de embargo de cuentas y propiedades» relacionadas con la sentencia del 2009.

Para la acusación, esa «enemistad manifiesta» supone la base para imputar a Caruncho por homicidio o asesinato. El constructor, en su declaración, afirmó que no había visto a García y que el atropello fue involuntario. Su abogado entiende que se trata de un homicidio imprudente, un delito castigado con una pena mucho menor que los dos anteriores.

La acusación también se apoya en el primer informe del forense, que describe lesiones importantes en el cuerpo del fallecido; y en el informe redactado por la Policía Judicial, que acudió al lugar del atropello, igual que la Guardia Civil de Tráfico, el juez de Ortigueira y el forense, cuando el suceso comenzó a levantar sospechas, y concluye que existen indicios de que el atropello pudo ser intencionado. Faltan el informe de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico y la autopsia completa.
García fue enterrado el sábado. Ese día el juez decretó prisión provisional para Caruncho. Su abogado anunció que recurriría la decisión. En Cedeira hay partidarios tanto de la teoría del homicidio como del atropello involuntario, pero el proceso, como dijo un letrado del caso, está en «fase muy inicial».