Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará. De modo que no te preocupes por la gente de tu pasado , hay una razón por la que no estarán en tu futuro.


lunes, 19 de marzo de 2012

¡Viva la Pepa!

Por desgracia, el grito de júbilo con que los liberales españoles celebraron la proclamación, mañana hará 200 años, de la Constitución de Cádiz no concuerda con los tiempos de crisis, austeridad y recortes del Estado del bienestar que sufrimos. Pero eso es solo porque con los años se ha impuesto la versión peyorativa de ese grito, de modo que ahora "¡Viva la Pepa!" viene a significar una actitud irresponsable, irreflexiva o de despilfarro.

Cada vez que oigo, en los medios de comunicación, a alguien, generalmente políticos y comentaristas económicos, decir que los empresarios son los que crean y se les tiene que facilitar la forma de crear puestos de trabajo, me hierve la sangre.

Yo me pregunto: ¿Se ha hecho algún tipo de referendum para elegir al empresario el deber de crear trabajo?, que yo sepa no; bueno, es verdad, lo estoy enfocando mal, empresario es todo aquel que emprende un negocio y no un estatus por si mismo.

Los políticos han observado la historia del progreso económico y han visto que en momentos determinados siempre ha aparecido alguien que ha producido bienes y servicios para satisfacer ciertas necesidades con el animo de lucrarse.

Cuando a los políticos les ha interesado meterse en actividades económicas lo han hecho.

Si los gobernantes han sido empresarios o representantes de ellos, han luchado por mantener sus estructuras empresariales y aumentar las oportunidades de hacer negocio.

La democracia a permitido subir al poder a personas ajenas al mundo empresarial y portadoras de filosofias sociales y de progreso, pero de producción, organización y distribución de bienes y trabajo no tienen ni la más mínima idea; luego es fácil decir y convencer a la ciudadanía, que los empresarios creen puestos de trabajo y ellos, ¡Viva la Pepa!, ¡A cobrar bien y comer mejor!, ¡A charlar y discutir y despúes cada uno a su casa y a vivir del mogollón!, ¡Hagamos leyes y luego donde dice digo, digo Diego!.